Bulos
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La Asociación de Internautas (www.internautas.org) realizó un estudio demostrando que el 70% de los usuarios de Internet no sabe distinguir entre una noticia verdadera, un rumor o un bulo. Un bulo es un intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real. El término en inglés "hoax", con el que también es conocido, se refiere a engaños masivos por medios electrónicos, especialmente Internet, encontrando su máxima expresión e impacto en las redes sociales y en las famosas "cadenas de mensajes". Para luchar contra los bulos (fake news) y la propagación de la desinformación en línea, Facebook acaba de lanzar la iniciativa News Integrity Initiative, en la que participa una serie de instituciones académicas sin fines de lucro, como Mozilla, Ford Foundation y otros más, así como las organizaciones que comprenden Crosscheck (Verificación Cruzada), quienes verificarán contenido circulante públicamente en línea, como fotografías, videos, "memes", hilos de comentarios y sitios de noticias. El terreno más fértil para sembrar rumores, medias verdades o de plano mentiras, son las mentes desinformadas, sin capacidad de discernimiento y sobre todo sin el tiempo para averiguar la veracidad de la información que llega a través de las redes sociales o se encuentra en Internet. Hay bulos informáticos, políticos, de salud, de seguridad, religiosos, etcétera, que todos los que no leen más allá de un tuit terminan creyendo simplemente porque concuerdan con sus fobias o afinidades. Cada vez más personas comentan y reenvían noticias falsas que infunden miedos, desacreditan injustamente a personas, productos y establecimientos, u ofrecen soluciones milagrosas para los problemas y afectaciones más comunes. Quién no ha visto o recibido noticias o alertas que resultan ser falsas, como por ejemplo: que el agua en botella de plástico produce cáncer, que están repartiendo a los niños dulces con droga, que ciertos alimentos son dañinos, noticias de fraudes que nadie conoce, solicitudes de verificación de datos bancarios, secuestros en probadores de tiendas, que nos ganamos algún premio, invitaciones a negocios fabulosos, y tantas cosas que prometen el "oro y el moro" y sólo sirven para atrapar incautos, calumniar o aterrorizarnos. Por lo anterior me pareció importante compartir algunas pautas que en diferentes sitios he encontrado y que sirven para reconocer si cierta información es un bulo o no y ayudar a detener las oleadas de tonterías que se propagan en las redes sociales. Para empezar, la mayoría de los bulos son anónimos, no están firmados y aunque hacen referencia a fuentes fiables no las citan, por la obvia razón de que no existen. No tienen fecha de publicación para que duren el mayor tiempo posible circulando. La mayoría tiene un encabezado o título pegajoso, generador de miedo, morboso o de naturaleza económica, para captar inmediatamente la atención. Se aprovechan de coyunturas favorables y relacionadas con la información falsa, como la comisión de atentados terroristas en otros países, secuestros, asaltos y fraudes reales, con lo que se ganan la credibilidad de quienes los leen. Su redacción es deficiente y con faltas de ortografía, y normalmente incluyen una petición de reenvío, ya sea para alertar a otras personas, para evitar la "mala suerte", para ganarse "bendiciones", para producir "milagros" mediante oraciones o con cualquier otro motivo. El objetivo de las peticiones de reenvío no es otro que el de captar direcciones de correo, crear bases de datos, transmitir virus informáticos, realizar posteriores campañas de correo masivo, o simplemente difundir información falsa por el mero y enfermizo placer de jugar con la ignorancia, supersticiones y los buenos sentimientos de las personas, o aprovecharse de su codicia. Dicho lo anterior, les doy una última "recomendación": reenvíen este artículo a diez personas (les aseguro que yo no capturaré sus datos). Si no lo hacen y cortan la cadena, tendrán siete años de mala suerte en el amor, y de los que sólo podrán librarse con cien oraciones diarias durante un mes, pidiendo por la paz en Venezuela. "Mi epitafio favorito: murió por no reenviar un mensaje a 10 personas".