Vivir con menos (2)
Hace dos semanas escribí un artículo en el cual decía que “podemos vivir con menos cosas de las que la sociedad actual incluye en su concepto de ‘éxito’". ("Vivir con menos" / www.ricardoelias.mx)Diversos comentarios que recibí me motivaron a escribir esta secuela.
Una persona cuestionó mi congruencia preguntándose: ¿como podía decir que se puede vivir con menos, si yo vivo como vivo?, aludiendo a mi actual nivel de vida, el cual a mi edad, y luego de 40 años de trabajo arduo, es digamos, holgado.
Yo no dije que “hay" que vivir con menos o que debamos someternos a alguna especie de “voto de pobreza” o plan de austeridad voluntaria, lo que dije es que “se puede" vivir con menos, y eso en mi opinión es una sana recomendación para todos aquellos que comienzan su vida económica o familiar; para los que batallan por mantener niveles de vida fuera de su alcance; para fomentar el ahorro e invertir en lugar de gastar, y para que pasado el tiempo, contar con un patrimonio que permita disfrutar de bien merecidos gustos.
Porque no es lo mismo endeudarse para comprar un auto de lujo y “apantallar” al vecino, que endeudarse para comprar una casa o iniciar un negocio.
Y lo digo porque he visto personas que no tienen comedor en su casa pero su auto trae rines deportivos, que no saben priorizar los gastos, y al no encontrar un equilibrio entre el ahorro y los placeres que la vida ofrece, se gastan lo poco que hoy les sobra (y mañana tal vez les falte) en lujos innecesarios.
Otros comentarios que recibí, se referían a un párrafo donde decía que “los europeos han aprendido a vivir con menos, menos cosas, menos ropa, menos autos y menos hijos”.
Lo de "menos hijos" no fue bien recibido. Una persona me dijo que en ese asunto no deberíamos imitar los europeos, esgrimiendo un increíble argumento: “Europa terminará siendo dominada por los musulmanes debido a la baja o nula natalidad de los escasos matrimonios de raza europea”.
Ideas como ésta no pueden quedarse sin respuesta, y con la validez que el silencio otorga. Me sorprendió que alguien pueda pensar que una razón para tener mas hijos sea evitar que los creyentes de otra religión se conviertan en mayoría. Suponiendo que esta persona fuera Católica (no supe si lo era o no) le di un dato a considerar: de los poco mas de 7 mil millones de personas que hay en el mundo, solo mil doscientos millones son católicos (17.7%) lo que significa que el catolicismo es de hecho una minoría en el mapa global de las religiones.
Por lo que en lugar de tratar inútilmente de mayoritear (no entiendo con que objeto) a las demás creencias con familias numerosas, mejor sería pensar en cuántos hijos podemos realmente mantener y educar, porque esa vieja noción de que "ya Dios proveerá" o que "los niños nacen con torta bajo el brazo" sin duda es falsa. Y para prueba México, un país altamente religioso en el que la mitad de la población vive en pobreza extrema.
Otra lectora me dijo que el tener mas hijos ayuda a "no consumir por consumir" (con la lógica de que mientras mas hijos haya menos sobrantes hay para compras banales) y que muchas parejas están decidiendo tener menos hijos para poder tener mas bienes materiales.
Si bien entiendo que no es lo mismo gastar en la manutención de los hijos que en banalidades, y que el materialismo ha llegado a niveles preocupantes, para mi es un error tener mas hijos solo porque se tiene la capacidad económica para mantenerlos, pues hay otro tipo de consideraciones que deben tomarse en cuenta, y que tienen que ver con la dedicación y cuidados que demandan y merecen todos los hijos por igual.
Aunque se cuente con recursos económicos ilimitados, el tiempo y la capacidad de atención tienen límites, y me parece un despropósito tener hijos que terminarán siendo cuidados o educados por padres y madres sustitutos, llámense nanas, enfermeras, maestros o institutrices.
Además, ¿cuántos hijos son muchos? (4, 6,10,15,…?)
“Dos padres entre dos hijos es igual a una atención. Dos padres entre 4 hijos es igual a media atención”. Pitágoras