Apoyo condicional
El virtual Presidente electo de México (ya saben quién) advirtió que el partido que fundó acudirá a los tribunales por la multa de 197 millones de pesos que le impuso el Instituto Nacional Electoral.
De acuerdo a una investigación realizada por el INE, el fideicomiso "Por los Demás", creado por legisladores, militantes y simpatizantes del partido Morena para donar dinero a damnificados por los sismos de septiembre pasado, acreditó cabalmente, incluso con pruebas audiovisuales (videos), que recibió aportaciones de origen desconocido por más de 44 millones de pesos en efectivo, violando la ley electoral y las normas del propio Fideicomiso.
El dinero (donado para ayudar damnificados) fue sacado del fideicomiso y repartido en efectivo entre operadores de Morena, quienes viajaron por el país con el recurso para repartir "en mano" millones de pesos a "los damnificados" que elegían a partir de un padrón elaborado por los integrantes del partido.
Pero todo esto que parece algo menor o irrelevante, no lo es, y menos si viene de quienes ganaron la elección basados en promesas de honestidad y combate a la corrupción.
Si Morena, sus dirigentes, militantes o candidatos electos cometieron algún ilícito, todos ellos y sus simpatizantes los niegan a pesar de las pruebas, los justifican argumentando un fin superior o los minimizan comparando estos ilícitos con otros mucho mayores cometidos en el pasado por funcionarios y partidos políticos rivales. En palabras utilizadas por el propio AMLO en su campaña, los delincuentes de Morena son "niños de pecho" comparados con los del PRI-AN.
Pareciera que se trata de ver quien es peor y no quien es mejor, mas íntegro, recto u honesto.
Los seguidores, militantes y simpatizantes de "MORENAMLO" se sienten bien porque tenemos ahora, según ellos, corruptos de poca monta. No entienden que las ilegalidades y transgresiones deben ser reprochadas y castigadas por igual, independientemente de su envergadura.
Frente a ilícitos de cualquier tipo, lo único que debe ajustarse proporcionalmente es el tamaño del castigo, pero la indignación debe ser la misma.
AMLO y sus seguidores quieren, buscan y piden apoyo incondicional. Pero a nadie se le da apoyo incondicional, ni siquiera a un hijo. Los apoyos incondicionales no deben existir. Un apoyo se compromete con al menos dos condiciones irrenunciables: cumplir la ley y apegarse a determinados principios éticos y morales que garantizan los derechos de las personas y permiten una convivencia armónica y pacífica entre todos.
Así sean nuestros hijos, estas condiciones de apoyo deben prevalecer.
La manera sana y constructiva de depositar nuestra confianza y votos en una persona, en un partido o en una causa, es hacerlo siempre condicional, de manera que cuando esas condiciones se incumplan tengamos los elementos necesarios para reclamar, reprender y en su caso castigar.
Así sea nuestro hijo, así sea nuestro líder, nuestra institución o nuestro partido. De otra manera pasamos de ser padres de familia, militantes o simpatizantes a cómplices.
La negación a ultranza por parte de los militantes de Morena y del propio AMLO de las violaciones a la ley cometidas durante el proceso electoral le resta legitimidad y autoridad moral al Movimiento de Regeneración Nacional que promovieron y se comprometieron a lograr.
Regenerar significa volver a engendrar, volver a nacer. Y si le damos el beneficio de la duda al discurso de AMLO-MORENA, volver a nacer como nación significa la oportunidad de hacer las cosas bien esta vez, de no repetir experiencias negativas del pasado y de no reencarnar en versiones mutadas de lo mismo, sino en nuevos ciudadanos y nuevos políticos, libres de vicios y enfermedades como la ambición desmedida, en individuos justos, respetuosos de la ley y el orden e inmunes a la corrupción y la ilegalidad.
Lo mejor que podría hacer Morena y sus simpatizantes es reconocer de buena gana lo malo que hicieron y pagar las consecuencias. Eso lejos de debilitar, fortalece y da comienzo a la creación de una nueva clase política que enseñe con el ejemplo lo que con palabras han dicho: Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie.
"Condicionar es educar".
Yo