Robar ¿por necesidad?
Luego de la tragedia de Tlahuelilpan, en la que casi un centenar de personas perdieron la vida debido a la negligencia e impunidad relacionada con el robo de combustibles, el Presidente López Obrador dijo que una de las políticas de su gobierno es no detener a aquellas personas que "se ven obligadas a cometer ilícitos".
Antes de continuar quisiera decirle a los fieles seguidores de AMLO que se molestan cada vez que alguien hace alguna crítica o sugerencia al nuevo gobierno, que estoy de acuerdo con la caritativa política o filosofía, si la quieren ver así, de no castigar a quienes se ven obligados a robar para sobrevivir, pero no estoy de acuerdo en la forma como el Presidente externa y aplica esta política, pues en mi opinión fomenta la impunidad e incita a la delincuencia.
Una cosa es robar para sobrevivir, robar por hambre (robo famélico) y otra muy distinta aprovecharse de una situación para saquear, así sea un bidón de gasolina o una pipa completa.
Que el propio Presidente de México diga que no va a perseguir a los que roban "por necesidad" es una invitación al caos, pues la única manera de saber si una persona roba por hambre o para sacar un provecho indebido es con un estudio socioeconómico de por medio.
Al respecto cabe mencionar algunos de los principios establecidos en la "Cartilla Moral" promovida por el propio Presidente que hablan de "la moral, la ética y los valores que necesitamos para construir entre todos una sociedad mejor".
El Capítulo 8 de dicha Cartilla dice textualmente que "en la sociedad organizada en Estado, en gobierno con sus leyes propias, las sanciones contra las violaciones respectivas ya no se dejan a la mera opinión pública. Son verdaderos castigos: indemnización, multa, destitución, prisión... (...) Robar la propiedad ajena, aprovecharse de la administración de los bienes del Estado, dañar los bienes públicos, agredir o matar a un prójimo, reciben penas mayores...".
La manera correcta de no castigar a quien roba por "necesidad" es con la ley en la mano. Primero deteniendo a todo aquel que roba, para que luego un juez analice los casos en los que sea posible condonar la pena con base en lo establecido en el Artículo 379 del Código Penal Federal que dice: "No se castigará al que, sin emplear engaño ni medios violentos, se apodera una sola vez de los objetos estrictamente indispensables para satisfacer sus necesidades personales o familiares del momento".
Y en los casos aplicables, me gustaría saber que los jueces al momento de liberar a quienes se vieron en la penosa necesidad de robar los exhortan a no hacerlo de nuevo y a buscar medios de supervivencia lícitos.
Robar por necesidad es -guardada la proporción- como matar en defensa propia. Y aunque en casos especiales, robar y matar puede estar justificado, todos ricos y pobres debemos saber que son delitos, y que los atenuantes que pudiera haber (necesidad o defensa propia) dependen de la valoración de un juez.
La línea que divide un robo famélico de un simple y vulgar robo es muy fina, y es imposible que un policía o un soldado pueda determinar en el momento de un robo si éste es por necesidad o no.
La policía está para detener a quienes cometen delitos y los jueces para determinar las sanciones o exoneraciones que en derecho procedan.
Si la política punitiva que el Presidente López Obrador quiere impulsar es la de no castigar a quienes roban por necesidad (lo cual ya está previsto en la ley), el mensaje que debe mandar a los ciudadanos y a la policía es que nadie de ellos es juez, que toda persona que sea sorprendida robando será consignada a las autoridades y jueces correspondientes, y si quiere y me parece bien que lo haga, recordarle a los jueces que pueden conforme a la ley condonar castigos cuando se trate de robos por necesidad, entendiendo por esto el conseguir una sola vez (para que no se haga costumbre) lo mínimo indispensable para la subsistencia personal y familiar.
Si AMLO no quiere combatir la violencia con violencia, me parece bien el intento, siempre y cuando tenga claro que habrá ocasiones en las que con los protocolos adecuados el uso de la fuerza pública es necesaria y que la corrupción y la comisión de delitos no se pueden combatir con impunidad.
"Trabajemos por obligación
para no robar por necesidad".
Yo