Políticos alpha


En etología hay un término llamado macho alpha que se usa para designar al animal de la manada que ocupa la posición de líder y que es respetado y obedecido por el resto del grupo. Este concepto tiene que ver con la dominancia social, la sumisión y la competencia por dicha posición.

Por analogía, cuando un hombre ostenta la posición de líder, es asertivo e independiente a la hora de tomar decisiones, tiene fortaleza física y una personalidad seductora. También se le denomina macho alpha.

En atención a la equidad de género, si hablamos del líder de la manada debiéramos también decir líder y lideresa, si hablamos de respeto, debiéramos decir respetados y respetadas, si hablamos de machos alpha debiéramos mencionar a las hembras alpha, que también las hay, y así con todos los artículos y vocablos que utilizamos.

Dicho lo anterior y mientras no se desarrolle una forma de hablar y escribir que elimine las connotaciones machistas que el idioma español tiene, seguiré utilizando el masculino como genérico, tal como me lo enseñaron en la escuela, pero no por perpetuar una cultura discriminatoria hacia las mujeres, sino porque para mí se trata de un mero convencionalismo del lenguaje, y porque me parece enfadoso y complicado tener continuamente que referirse a "los y las mexicanos y mexicanas" o llegar a extremos de discutir por qué hay patrullas y pistolas y no patrullos y pistolos.

Regresando al tema, en los estudios de los animales sociales, el término alpha fue acuñado por L. David Mech, cuando estudiaba a los lobos, para referirse al individuo de la comunidad con mayor rango y a quien los otros siguen.

Los chimpancés, por ejemplo, muestran deferencia al alpha de la manada con ciertos gestos, o permitiendo a éste caminar adelante en una procesión, o dejándole comer primero. El estatus alpha por lo general se consigue mediante proezas físicas, aunque en otras especies, altamente sociales como el chimpancé pigmeo, un aspirante puede emplear métodos indirectos, como alianzas políticas para derrotar al alpha del momento y ocupar su lugar, tal y como hacen los políticos de la especie humana para ocupar puestos de poder y dominancia.

Si los líderes políticos humanos cumplieran con el rol que los machos alpha tienen en las especies animales, no habría ningún problema y todos los aceptaríamos y respetaríamos como líderes, como políticos alpha que cuidan de la sociedad, siempre y cuando no nos confundan y traten como manada.

Así como en la organización social de las especies animales el rol activo de un macho alpha es proteger, y el rol pasivo de los miembros de la manada es ser protegidos, en la democracia el rol activo de un político alpha debiera ser el proteger a la sociedad, y el rol pasivo de los ciudadanos el saberse protegidos.

Sin embargo, la realidad es otra. La feroz lucha de los animales políticos es por la posición de poder, mas no por el rol de protector.

Para ellos el único grupo a proteger es su propia y pequeña jauría.

El siguiente escalafón de políticos, al igual que en los grupos animales, son los políticos "beta", es decir, contendientes y subordinados que adquieren esa jerarquía solo luego de haber puesto a prueba su lealtad y su capacidad para proteger al político alpha de la corrupción y contubernios necesarios para mantener el poder y las ambiciones económicas y políticas de todos. El resto de los militantes, la manada, son los políticos "omega", que al igual que en los grupos animales, son siempre los últimos en comer.

Y en esta categorización social, los ciudadanos ¿dónde quedamos? Somos simplemente la manada, carne de cañón, las presas de la especie que servimos de alimento a los políticos alphas, a los lobos que depredan todo a su alrededor.

Lobos políticos con piel de oveja que aseguran tener fórmulas mágicas y recetas infalibles para proteger y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos-manada, que siempre comeremos al último, si es que sobra algo de la comida que con nuestro trabajo y riesgo producimos para ellos.

¿Solución? Descubrir, apoyar e impulsar miembros de la manada ciudadana capaces de convertirse en auténticos políticos alpha que realmente protejan a la sociedad.

"La democracia debe ser algo más
que dos lobos y una oveja
decidiendo lo que van a comer".

James Bovard