Son Tres Poderes

 

En una sola frase AMLO reveló de golpe su incapacidad para entender que significa ser Presidente Constitucional de México: "si hay que optar entre la ley y la justicia, no lo piensen mucho, decidan a favor de la justicia".

Y ante la andanada de críticas que desató este mensaje que socava desde sus cimientos el estado de Derecho, el Presidente tuiteó:

"Callaron como momias cuando saqueaban y pisoteaban los derechos humanos y ahora gritan como pregoneros que es inconstitucional hacer justicia y desterrar la corrupción. No cabe duda que la única doctrina de los conservadores es la hipocresía. Son como sepulcros blanqueados".

Al respecto, lo que quisiera hacerle saber al Presidente, es que yo, como muchos, no somos conservadores, ni liberales, ni hipócritas, ni chairos, ni fifís, ni nada que se le parezca. Somos sólo mexicanos, y como tales pedimos y exigimos que se respete y aplique la ley a todos. Eso es hacer justicia.
Y si de justicia se trata, le diría que no es justo que alguien por ejemplo, bloquee una vía pública, nos impida cumplir con nuestras obligaciones y tengamos que pagar las consecuencias; no es justo que pierda un vuelo, tenga que pagar hoteles y comidas o que me descuenten horas o días de salario por no haber podido llegar a tiempo al trabajo; no es justo que delincuentes y corruptos estén libres y que mis impuestos se regalen a gente que pudiendo trabajar prefiere delinquir; no es justo pagarle a maestros que no asisten a su trabajo...

Estas y tantas más injusticias se arreglarían simplemente aplicando la ley, no haciéndola a un lado e incitando a cada uno de nosotros a convertirnos en jueces y hacer justicia por propia mano.

Ante la recomendación de AMLO de aplicar la justicia en lugar de la ley, la pregunta sería ¿qué debemos hacer cuando alguien viola nuestros derechos y la autoridad se niega a aplicar la ley o usar la fuerza pública para garantizarlos?, simplemente porque el Presidente decidió unilateralmente no combatir la violencia con violencia. ¿El uso de la fuerza pública para garantizar los derechos de todos, la paz y el orden público cae en la categoría de violencia o en la de aplicación de justicia?

Y si lo vemos del otro lado, del de quienes reclaman justicia bloqueando calles y carreteras, surge entonces un dilema: cuál justicia es superior o cuáles derechos deben prevalecer, ¿los de los violentos o los de los pacíficos? ¿Los de aquellos que reclamamos justicia por cauces legales o los de quienes violando la ley y los derechos de los demás, exigen justicia para sí?

No sobra en este caso recordar que es obligación del Poder Ejecutivo cumplir y hacer cumplir las leyes, y si es necesario, usar la fuerza pública para ello.

Los jueces no somos los ciudadanos, ni el Presidente. Para ello existen las leyes y los tribunales, que emanan del Poder Legislativo y Judicial.

Pero pareciera en México sólo existe el Poder Ejecutivo y que el Presidente tiene la facultad de hacer lo que le venga en gana y pisotear el estado de Derecho en aras de fines superiores concebidos por él mismo, pero no es así.

De manera inmejorable lo dijo Denise Dresser hace unos días a AMLO en un tuit dirigido al Presidente: "Usted no es un señor feudal, no es un rey, no es Andrés I. No sea como sus predecesores y deje de tratar la Constitución como si fuera papel de baño. Su puesto no le da derecho a exigir que los ciudadanos, en nombre de la justicia, violen la ley".

La pregunta es: ¿Dónde están los otros dos poderes? ¿Porqué no intervienen y reclaman al Ejecutivo, el incumplimiento de la ley y la incitación a que los ciudadanos hagamos lo mismo?

Son tres poderes no uno, y su funcionamiento cabal e independiente dan como resultado el equilibrio constitucional.

Exijamos a los diputados, senadores y ministros de justicia, que además de representar a los ciudadanos representan el Poder Legislativo y Judicial, que le llamen la atención al Presidente, recordándole que su obligación es cumplir la ley y hacer que se cumpla, y que los ciudadanos queremos desterrar la corrupción, sí, pero no a costa de desterrar la Constitución.

"La justicia se obtiene en otra vida. En esta tenemos la ley".

William Gaddis