INExplicable
Escribo este artículo con el objeto de hacer visible y entendible el contenido y las consecuencias negativas que tendría la aprobación de la reforma electoral propuesta por el Presidente, y de sus permanentes ataques al Instituto Nacional Electoral y, por ende, a la democracia mexicana.
Esta reforma esconde múltiples artimañas para la manipulación de elecciones, mina la confianza en el árbitro electoral y abre la puerta para que mafias se incrusten y permanezcan indefinidamente en el poder, como sucedía antes de la creación del INE.
Para mí esta reforma es el peligro para México que siempre ha representado López Obrador.
Diferentes analistas y organizaciones de la sociedad civil han apuntado los riesgos que esta reforma entraña; sin embargo, al ser un tema complejo y en muchos sentidos técnico, es difícil que los ciudadanos comunes entendamos en qué consiste esta reforma y la gravedad de sus implicaciones.
El INExplicable embrollo político-legislativo detrás de esta reforma se me aclaró cuando leí el reporte especial titulado "Implicaciones de la reforma electoral" que elaboró Integralia, una empresa de consultoría en riesgo político, conflictividad social y planeación estratégica, fundada y dirigida por Luis Carlos Ugalde, quien fue presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) de 2003 a 2007.
Dicho reporte resume los principales puntos que la reforma electoral propone, así como sus implicaciones. Por razones de espacio, a continuación menciono sólo algunos de ellos (el reporte completo lo pueden ver en https://bit.ly/3A2e6Jh), seguro de que al leerlos podrán intuir el peligro para la democracia que esta reforma significa. Estos puntos son sólo un botón de muestra de lo que el Presidente quiere para continuar su nefasto "legado" mediante el control de las elecciones y la democracia mexicana:
1. Sustituir al INE por el INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consultas). Este nuevo organismo perdería la atribución de conformar el padrón electoral (sólo tendría la integración de la lista nominal de electores).
2. Elegir a consejeros y magistrados electorales por la vía del voto popular.
3. Centralizar la organización de todas las elecciones en el INEC, desapareciendo los organismos y tribunales electorales locales.
4. Reducir el tamaño del Senado de 128 a 96 integrantes, la Cámara de Diputados de 500 a 300 integrantes, y todos ellos electos mediante representación proporcional con base en listas estatales.
5. Reducir el financiamiento ordinario a partidos y mantener el financiamiento público para campañas electorales.
6. Ampliar la propaganda electoral gubernamental permitida durante procesos electorales.
Son muchas las implicaciones negativas de estas propuestas y que el reporte menciona:
La conformación del padrón electoral y la emisión de credenciales para votar quedaría en manos del gobierno; los ciudadanos perderíamos la posibilidad de elegir a los diputados y senadores que nos representen, ya que todos los legisladores se elegirían por listas, ninguno de forma directa; los consejeros y magistrados electorales serían elegidos mediante voto popular (¿consultas?), con lo que se politizaría su perfil, y en lugar de ser expertos imparciales, serían políticos, militantes y activistas; la eliminación de apoyo económico a los partidos en años no electorales los convertiría en meras maquinarias para ganar elecciones (lo cual va en contra de su rol como intermediarios y reclutadores de liderazgos sociales y contrapesos al poder de los gobiernos) y abriría la puerta para conseguir fondos externos para campañas políticas con personas u organizaciones con intereses políticos o económicos.
Es INEquívoco: si se llega a aprobar esta reforma, la democracia mexicana quedaría herida de muerte, y le daría al gobierno actual y a sus herederos las armas necesarias para abusar y mantenerse en el poder indefinidamente.
Ahora bien, si de mejorar la democracia se trata, la reforma electoral que más nos beneficiaría a los ciudadanos sería el establecer una segunda vuelta, de manera que si en la primera vuelta ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta, los dos candidatos con más votos compitan entre sí para obtener la mayoría de los votos ciudadanos.
Eso sí sería un avance y eliminaría la distorsión democrática que significa el tener gobernantes electos por una minoría y repudiados por la mayoría.
"Si cae el INE, cae México".
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