Mujer Universo (antes Miss)

Mujer Universo (antes Miss)

La empresa tailandesa JKN Global Group, dueña actual del certamen de belleza Miss Universo, se declaró en bancarrota. Así lo anunció su propietaria, la empresaria y activista trans Jakapong "Anne" Jakrajutatip quien pagó 20 millones de dólares para obtener los derechos del certamen que antes tuvo como copropietario a Donald Trump, quien en 2015 vendió los derechos luego de que NBC, Univisión y Televisa le cancelaran la retransmisión por sus comentarios contra migrantes mexicanos cuando era candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.

La quiebra de Miss Universo es para mí la "Crónica de una muerte anunciada" título de la novela de Gabriel García Márquez, cuyo mensaje social subyacente coincide con el de las críticas a los certámenes de belleza: (son) "un grito en contra del machismo y el culto a la virginidad, intentos de superarlos y la articulación de una nueva visión de la realidad, de nuevos valores, nuevas formas de entender las relaciones hombre-mujer (...) una fatalidad tan pública que se hace inevitable".

La desaparición de concursos que cosifican a las mujeres es solo cuestión de tiempo, tal y como sucede con todo lo que no evoluciona y se adapta a los avances de la sociedad a nuevas formas de pensar, actuar y de ver la vida. Así sucedió con compañías como Kodak, Xerox, Polaroid, Atari, BlackBerry, etcétera, que no adoptaron cambios tecnológicos; así ha comenzado a suceder con crueles tradiciones como las corridas de toros y circos con animales; así es como creo que tarde o temprano ocurrirá con deportes como el box; y por supuesto así sucederá con los concursos de belleza, que muestran de una manera retrógrada cómo la mujer es pensada y categorizada.

Estos concursos tienen como principal medida de valor de éxito, la belleza física, determinada ésta por estereotipos sexistas y "estándares" que establecen estaturas mínimas (1.73m) y hasta medidas específicas de pechos, cintura y caderas (90-60-90). Suena terrible, pero estos requerimientos son parecidos a las características morfológicas utilizadas para definir la raza de los animales y ganar concursos de... caballos.

Vanos y superficiales son los intentos que los organizadores de estos concursos hacen para "valorar" a las mujeres, ampliando los parámetros de los jurados a lo que llaman "belleza integral" incluyendo en los criterios de selección además de atributos físicos, asuntos que tienen que ver con el empoderamiento de la mujer, liderazgo, cultura, seguridad y activismo social, para en base a ello decidir "ganadoras".

Creen que con preguntas estúpidas y genéricas, hechas por un jurado irrelevante, son capaces de calificar la valía "integral" de la mujer que tienen enfrente, una ilusionada joven, nerviosa por estar parada en traje de baño frente a cámaras y personas extrañas, o portando atuendos estrafalarios que muestran las tradiciones y parafernalia de su lugar de origen, intentando dar con una piña en la cabeza, en unos cuantos segundos, su opinión acerca del terrorismo o la trata de personas.

Estos concursos "cosifican" a las mujeres porque separan las características sexuales y atributos físicos del resto de la personalidad y existencia como individuo, y los reducen a instrumentos de placer visual de otra persona, generalmente hombres.

Si la dueña de Miss Universo me escuchara le daría un consejo. Le diría que cambie el nombre y concepto de su certamen y lo adapte a los tiempos actuales; que deje de ser un concurso de belleza externa y pase a ser uno de belleza interna que reconozca y premie a las mujeres que contribuyen a mejorar la sociedad, a disminuir desigualdades y fomentar la armonía entre todos los habitantes de la tierra. Un reconocimiento a las mujeres como seres humanos no como objetos de deseo. Lo que le propongo es convertir Miss Universo en Mujer Universo, para que sea una pasarela no de cuerpos, sino de historias ejemplares, de mujeres que representen lo mejor de sus países, lo mejor de todo el "mundo mundial".

Así en lugar de que las nuevas generaciones tengan como modelo a seguir a una coronada y cosificada "Miss Universo", tendrían a una laureada y ejemplar mujer en toda la extensión de la palabra.

"El valor de una persona es lo que queda luego de quitarle todo su dinero, atributos físicos y adornos".

Yo