La 'Virgen Xóchitl'

Muy bien, parece ser que Xóchitl Gálvez es la persona que mejor conjuga todo lo que se necesita para vencer a Morena en las próximas elecciones.

Pero el objetivo, la meta final no debe ser sólo ganar una elección, sino resolver o comenzar a resolver de fondo los graves problemas del país y que en este gobierno se han acentuado.

Situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias. Y lo que falta es un plan de gobierno extraordinario. Y en ello es donde más podemos contribuir los ciudadanos.

No basta ser simplemente oposición. De nada sirve oponerse por oponerse. De nada sirve inclusive tener razón en lo que se critica o reclama si las críticas y reclamos no se acompañan de propuestas viables, basadas en conocimientos y experiencia y con métodos para llevarlas a cabo. No quimeras ni tierras prometidas. Así lo ha dicho "Yo" más de una vez: "Si te prometo el cielo y las estrellas es porque tengo la nave espacial".

AMLO prometió el cielo y las estrellas, tuvo la nave y no supo manejarla. Ahora la oposición se enfila para arrebatarle el mando y cambiar la tripulación por una que nos acerque a los hasta hoy inalcanzables mundos del bienestar. Y lo hará en condiciones desventajosas por las impunes marrullerías, injerencias y violaciones a las reglas electorales del Presidente y su partido.

Ésa es la realidad, y por más reclamos o demandas que se hagan, si acaso llegaran a castigarse, será "a toro pasado".

Así que no hay de otra. Morena y sus actuales precandidatos (que terminarán reducidos a uno) continuarán en campaña apelando a las emociones del "pueblo", pues saben que si apelan a las razones perderían buena parte de sus seguidores. La oposición tiene un doble trabajo que hacer: generar nuevas emociones y acompañarlas de razones, es decir, un extraordinario y factible plan de gobierno.

Xóchitl Gálvez, en unas cuantas semanas, ha logrado despertar emociones, basadas éstas en una auténtica y loable historia personal que supera con creces la de AMLO, quien está donde está por todo menos por capacidades personales positivas. Las emociones ya están. Lo que la hará invencible son las razones.

La trayectoria de Xóchitl desarma los argumentos emocionales del Presidente en contra de oligarquías a las que ella claramente no pertenece. Y si de manejo de símbolos se trata -como haberle puesto a un partido político un nombre racista que además manipula el fervor a una virgen morena-, la oposición debiera hacer algo similar: sembrar en la mística político-religiosa de los mexicanos la idea de la "Virgen Xóchitl". Vaya, hasta velo le pondría. Ella bien puede ser la encarnación, ejemplo vivo de la madre luchadora, misericordiosa y auxiliadora a la que se acude para resolver problemas y angustias. Esta parábola invertiría los papeles y las relaciones de poder: en lugar de que el "hijo" (el mesías tropical) acuse a los criminales con sus mamás, el pueblo acusaría al hijo con su madre, la "Virgen Xóchitl", por haber enfrentado hermanos y permitir que se maten entre sí.

Hablando metafóricamente para los no creyentes y religiosamente para los creyentes, si encomendamos a la "Virgen Xóchitl" las esperanzas de un México próspero y pacífico, saldremos victoriosos del combate a la pobreza, a la corrupción, a la discriminación y a la diferencia de clases que históricamente han caracterizado a México y sido causa de enormes desigualdades, argumentos clave del discurso de AMLO y su 4T.

En otras palabras, la defensa y continuidad de los fundamentos de la llamada 4T están en Xóchitl.

Su plan de gobierno debe ser una versión factible de las promesas de AMLO. El diagnóstico está hecho, los problemas identificados, el rumbo establecido, sólo faltan soluciones viables y pilotos capaces de manejar la nave. Ése debe ser el discurso de emoción y razón, de amor divino y administración terrenal de la "Virgen Xóchitl", y con el que se ganará el voto no sólo de los desencantados por la deshonestidad y fracaso de la 4T, sino además el voto de todos los que coincidimos con el diagnóstico original de AMLO, pero que nunca creímos ni en su honestidad ni en su capacidad para aterrizar el sueño. Las posibilidades de Xóchitl como virgen política, sin pecado concebida, son inmensas.

Más pronto que tarde debería anunciar sus planes terrenales.

"Oposición sin proposición
es obstrucción".

Yo