Oscurantismo mexicano
"Una raya más al tigre" es una expresión que se utiliza para denotar de forma resignada un evento negativo que añade preocupación.
Bueno, pues para agregar una raya más a la serie de ocurrencias y malas decisiones del Presidente y su 4T, está ahora la intención de México de salirse de la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) llevada a cabo por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y a la cual pertenecen 38 países, incluido México.
El objetivo de esta prueba es evaluar la formación de los alumnos en las escuelas públicas cuando llegan al final de la enseñanza obligatoria (hacia los 15 años) y están a punto de iniciar la educación postsecundaria o de integrarse a la vida laboral.
La evaluación cubre las áreas de lectura, matemáticas y competencia científica, poniendo énfasis en el dominio de los procesos, el entendimiento de los conceptos y la habilidad de actuar o funcionar en varias situaciones dentro de los distintos campos del conocimiento.
Cabe mencionar que la prueba PISA se logró llevar a cabo gracias a la lucha de la sociedad civil y de la comunidad académica por contar con evaluaciones confiables sobre el avance en los conocimientos de los alumnos, sin sesgos políticos.
Sin embargo, este año, las autoridades de la SEP no han entregado la documentación para formalizar su participación en la prueba PISA 2023, no asistieron a las reuniones para tener detalles sobre la prueba, ni han mostrado intenciones de realizar las pruebas piloto necesarias.
En la última prueba PISA (2022), el rendimiento promedio de los estudiantes mostró un retroceso significativo. México fue el tercer país peor evaluado en Matemáticas y Comprensión Lectora, y el país con peor puntaje en Ciencia. Y estos resultados no tienen que ver con la pandemia, como el gobierno pretende justificarlo, pues la pandemia ocurrió por igual en todos los países que participaron en la evaluación.
El gobierno de la 4T detesta ser medido y mucho menos comparado, por ello desapareció también el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la prueba nacional Planea y las evaluaciones de la Unesco para América Latina.
Nadie habla de los malos resultados obtenidos ni de la intención de sacar a México de la prueba PISA, porque es un asunto que obviamente le restaría votos a Morena, pero no me queda duda de que pasadas las elecciones la decisión se hará pública.
Los argumentos que AMLO y los ideólogos socialistas que tiene al frente de la SEP han dado para criticar esta prueba y eliminar la evaluación de los estudiantes mexicanos, son embusteros. Tienen el fin de ocultar el retroceso educativo durante su administración, además de una carga de doctrina populista. Dicen por un lado que la prueba no toma en cuenta el "contexto mexicano" y por otro, que las evaluaciones "fomentan el neoliberalismo". ¡Hágame usted el neoliberal favor!
¿Qué puede tener de "neoliberal" un examen, o qué "contexto" impide saber si los estudiantes que salen de la secundaria pueden comprender o identificar la idea central de un texto o tienen la capacidad para resolver un problema matemático, sea en una ciudad o en una pequeña comunidad?
Votar el próximo 2 de junio por la continuidad de la 4T es votar por el oscurantismo que evita que determinados hechos y conocimientos sean difundidos a la población, como si el pueblo, ese al que AMLO dice deberse, debiera estar protegido de ciertos saberes "inconvenientes".
La verdad es que tal y como se maneja la información en los regímenes totalitarios, lo que el Presidente quiere es ocultar información y así evitar que la población conozca realidades de su gobierno. Y nada peor para conocer la realidad de un gobierno inepto que las (odiosas) comparaciones.
Por eso en el gobierno de la 4T, y en la continuidad que pretenden con el llamado "segundo piso" de la transformación, ninguna evaluación, crítica o comparación independiente es ni será nunca bien vista.
Si en el mundo el desarrollo se mide con el PIB, en el paraíso de la 4T se mide con "dádivas del gobierno"; si en la OCDE la educación y los conocimientos se miden con la prueba PISA, acá en el nuevo oscurantismo mexicano se medirá con usos y costumbres o índices de una mediocre y resignada "felicidad".
"Niño que crece torcido,
jamás su mente endereza".
Yo