Gentrificación regulada

Me di cuenta de que muchas personas que oyen el término "gentrificación" no saben exactamente qué significa o a qué se refiere, por lo que antes de abordar este tema me parece pertinente explicarlo.
El término "gentrificación" (del inglés "gentrification") alude al proceso mediante el cual la población original de un sector o barrio, generalmente céntrico y popular, es progresivamente desplazada por otra de un nivel adquisitivo mayor.
Aclarado lo anterior, entro al tema.
La semana pasada, en la Colonia Condesa de la Ciudad de México, se llevó a cabo una manifestación contra la gentrificación, reflejando la creciente frustración de muchos de sus habitantes, quienes han visto cómo en sus otrora tranquilas y modestas colonias se han disparado los precios de las viviendas, de los alquileres, y de los restaurantes y comercios, por la llegada de personas nacionales y extranjeras, no solo de nivel económico superior sino, además, culturalmente distintas.
Tres cosas quiero señalar al respecto: el vandalismo asociado a esta manifestación; la involucración de asuntos ajenos en una protesta de índole urbana, y algunas maneras de mitigar las afectaciones y desplazamientos que los inevitables procesos de transformación de barrios causan.
Para empezar, todo aquel que sale a las calles a protestar por el motivo que fuere, debe entender que la violencia y vandalismo en cualquier tipo de manifestación es injustificable. Por más frustración que sientan, por más razones y motivos que tengan para su descontento, de nada sirve y nada abona a su causa la destrucción de bienes públicos o privados, o los saqueos (robos), acciones que siempre quedan impunes porque la autoridad confunde la aplicación de la ley y la conservación de la paz, con la represión.
Por otro lado, una manifestación ciudadana que comenzó siendo contra la gentrificación se convirtió en una marcha xenofóbica, gritando consignas como "¡fuera gringos!" y exhibiendo pancartas con expresiones tan extremas como "¡Haz barrio, mata un gringo!". Y también se convirtió en una marcha antiisraelí. ¿Qué tenía que hacer una bandera palestina en una manifestación contra la gentrificación de colonias residenciales? Es obvio que agitadores profesionales aprovechan cualquier oportunidad para causar desmanes y exponer sus causas.
Y en cuanto al objeto original de la manifestación, el de la gentrificación, pienso que, si reconocemos que el crecimiento de las ciudades y la transformación de sus barrios es inevitable, lo que toca hacer no es frenar el desarrollo, sino ordenarlo y mitigar las afectaciones que causa.
Por ejemplo: para evitar que viviendas particulares o edificios habitacionales completos operen como hoteles sin estar diseñados para ello y sin pagar los impuestos correspondientes (como el IVA y el ISH que en el caso de arrendamiento de casas habitación no aplican) existen leyes y reglamentos condominales que regulan la duración de alquileres, y que para beneficio de todos, es necesario aplicar.
Para mitigar la afectación por el incremento de precios de restaurantes y comercios en zonas "gentrificadas" o que reciben turismo masivo, pienso que los propietarios bien podrían otorgar beneficios y descuentos especiales a los residentes permanentes del barrio, así, en lugar de que éstos les digan a los turistas "go home", les digan "welcome".
Y en lo que respecta a la transformación de barrios actualmente deprimidos en nuevas zonas habitacionales, en vez de que se desarrollen con corrupción y en beneficio de unos cuantos, lo que las autoridades deberían hacer es flexibilizar permisos y cambios de usos del suelo para que la gentrificación esté regulada y los nuevos desarrollos incluyan parques, áreas culturales y amenidades que mejoren la calidad de vida de la zona, dando preferencias de alquiler, de empleo y consumo a sus habitantes y hasta opciones de participación en el negocio inmobiliario inicial.
De que se puede, se puede. Ideas viables, justas y sustentables no faltan, lo que falta es voluntad política para llevarlas a cabo y repartir el pastel del desarrollo inmobiliario que hay detrás de toda gentrificación, con personas que lo único que tienen es o su vieja y bien ubicada propiedad o su trabajo para pagar un alquiler y poder seguir viviendo en su colonia.
"Para que los pobres sean primero,
los políticos deben ser al último".
Yo