Ambulantes legales

Ambulantes legales
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El retiro y ordenamiento de los vendedores ambulantes en el llamado primer cuadro de la ciudad de Guadalajara es un acierto de las autoridades municipales. Era una acción obligada: hay que cumplir y hacer cumplir la ley. Gracias a los recién aprobados cambios a los reglamentos para el Funcionamiento de Giros Comerciales y de Imagen Urbana del municipio de Guadalajara, pero mas que todo a su decidida implementación, tendremos un primer cuadro de la ciudad en el que como bien dijo el Alcalde, todo lo que en sus calles y plazas pase o se venda,  deberá contribuir a “vivir la experiencia del Centro Histórico (…) Quizá puedas comprar flores o cacahuates, pero no se podrá comprar piratería, ropa, juguetes... eso no.”

Nadie, por mas pancartas que porte, puede alegar que aplicar la ley sea una represión, o signifique la eliminación de fuentes de trabajo. Todos tenemos derecho a trabajar y buscar sustento para nuestras familias, sí, pero dentro de la ley.

Las propias autoridades, han establecido mecanismos para apoyar a los comerciantes ambulantes en su tránsito de la informalidad a la formalidad. Para ello les han presentado cuatro opciones: Una bolsa de trabajo, la reubicación en los mercados municipales, un programa de empleo temporal, y la opción de obtener  puestos de comercio semifijos, móviles o itinerantes, que serán definidos por una Comisión Dictaminadora que establecerá los criterios sobre cuántos comerciantes podrán permanecer en el Centro Histórico, sus ubicaciones y giros.

Mas no se puede hacer. La ley se tiene que cumplir, y las banquetas y plazas de la ciudad no son locales comerciales gratuitos para ser utilizados por mafias que se adueñan de espacios públicos y vender en ellos toda clase de productos, afectando al comercio formal que asume los costos e inversiones que todo negocio legal implica y además paga impuestos.

Y lo mismo deberá hacerse con toda la vendedera que se ha establecido en los principales cruceros viales.

Vender lo que sea donde sea, es algo que ya no debe seguir ocurriendo y  muy importante para la imagen de la ciudad, no solo en cuanto a su estética, limpieza y orden se refiere, sino para mostrar a propios y extraños que se trata de una ciudad en la que las leyes se cumplen y la corrupción se castiga.

Aplicar la ley no es un acto de represión como muchos vendedores ambulantes alegan. Los ciudadanos tenemos derecho y la autoridad la obligación de garantizar a todos que nadie unilateralmente se adueñe de los espacios públicos y que la competencia económica sea siempre leal y legítima.

No hacerlo así, ya sea por complicidad, incapacidad, o miedo a la opinión pública es una agresión y un insulto a los ciudadanos cumplidos y la causa de muchos de los problemas que vivimos por la discrecionalidad en la aplicación de la ley las exigencias del gobierno a los ciudadanos. O todos coludos o todos rabones dice el dicho.

La ley se debe aplicar a pesar de las consecuencias políticas que tenga.

Y si la ley está mal, o hay algo nuevo o particular que considerar en ellas, lo que toca es modificarlas y adecuarlas a las nuevas realidades.

Sí, es mas trabajoso modificar leyes que simplemente cerrar los ojos y hacerse omisos frente a ellas, pero a la larga será mas difícil lidiar con las consecuencias de la no aplicación y mucho mas complejas y costosas las soluciones.

Ejemplos hay muchos: desde planes parciales que no se han ajustado en décadas a la realidad social y económica propiciando todo tipo de ilegalidades, corruptelas e inseguridades jurídicas, hasta leyes ambientales incumplidas que han permitido la contaminación de prácticamente todos los ríos, lagos y aguas nacionales.

Quiero pensar que el ordenamiento del comercio ambulante es el inicio de una nueva actitud, de un cambio en la forma de gobernar y de ser gobernados, para que todos, autoridades y ciudadanos aceptemos de una buena vez, que hay leyes y reglamentos que nos gusten o no, debemos respetar y acatar.

El éxito final de éstas medidas dependerá de la decisión y voluntad política para mantenerse firmes en el tiempo y no ceder a presiones o corruptelas para relajar la vigilancia y aplicación de las leyes y normas establecidas.

se vende letrero de “Se Vende