Blut und Boden
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Una persona no necesita ser totalmente explícita para que nos demos cuenta de qué lado está, a qué bando pertenece, con quién se identifica y simpatiza.

Tal es el caso del Presidente Trump, quien la semana pasada demostró de qué lado está, cuando luego de la violencia desatada en Charlottesville, Virginia, un grupo de neonazis y supremacistas blancos que protestaban por el retiro de la estatua del General Robert E. Lee (quien estaba a favor de la esclavitud) se enfrentó a una multitud que protestaba en su contra, provocando la muerte de una persona e hiriendo a 19 más.

Lo que hizo Trump luego de dos días de silencio al respecto fue diluir la responsabilidad de los ultranacionalistas, diciendo que ambos grupos eran culpables y que en ambos bandos había "gente buena".

¿Pero acaso puede calificarse de "gente buena" a personas armadas hasta los dientes, ataviadas con uniformes de milicias, que portan capuchas del Ku Klux Klan y banderas con suásticas nazis, y gritan a los negros que regresen a África, insultan a los gays, agreden a los inmigrantes, vociferan proclamas de odio y consignas antisemitas como "jews will not replace us" (los judíos no nos reemplazarán) y "blood and soil" (sangre y tierra) a la vez que hacen el saludo nazi? ¿Es ésta la idea que Trump tiene de la "gente buena"?

Para los que no lo sepan, Blut und Boden (sangre y tierra) es una frase proveniente de la ideología nazi del mismo nombre impulsada por el teórico racista Richard Walther Darré, quien siendo ministro de Agricultura durante el Reich fue apoyado por el racialismo y romanticismo nacional, que exaltaban la vida agraria alemana.

Esta ideología tiene muchas similitudes con el nacionalismo de la población rural de Estados Unidos que apoya a Trump y odia a los inmigrantes, particularmente si son de raza negra, judíos o mexicanos.

Esta es la historia que ha comenzado a repetirse:

 

Darré entró en un grupo de völkischs, un tipo de comunidades étnicas, populistas y supremacistas de la época que propugnaban un retorno al campo.

En este contexto comenzó a desarrollar la idea de que la raza debía estar ligada al suelo, publicando en 1930 el tratado "Una nueva aristocracia basada en la sangre y el suelo" que proponía un programa de eugenesia sistémica como la panacea para todos los problemas del Estado.

Esto lo hizo popular dentro del partido nazi por atraer con su discurso a muchos agricultores de origen alemán que ya sentían simpatía por las ideas del Blut und Boden y que en los años 30 encontró su mejor caldo de cultivo: el malestar en el campo debido a que la agricultura se iba mecanizando, obligando a muchos jóvenes campesinos a trasladarse a las ciudades en busca de empleo.

Cuando el Partido Nazi llegó al poder en 1933, Blut und Boden se convirtió en una política oficial que decretó que las tierras eran hereditarias. Los granjeros necesitaban un certificado ario para demostrar que eran alemanes sin trazas de impureza racial y así recibir los beneficios fiscales.

Trump y sus discursos nacionalistas y racistas son, en mi opinión, un remedo ignorante y contemporáneo de las teorías de Darré, que busca devolver los empleos obsoletos que los tratados de libre comercio y en especial los mexicanos les hemos quitado a los "verdaderos americanos", los que han permanecido en las zonas rurales y evitado la "mezcla racial" que se da en las grandes ciudades donde se concentran los movimientos migratorios.

Así como Darré exaltó a la clase campesina como el origen esencial del pueblo germano, Trump exalta hoy a la clase rural de Estados Unidos, utilizándola como instrumento político y prometiéndole, al igual que hicieron los nazis, el retorno a los antiguos valores, la reconquista del poder y la lucha contra las élites corruptas que han desvirtuado el espíritu americano. De ahí el eslogan "Make America Great again", que ve al establishment y a los inmigrantes como la causa de toda la corrupción moral de la civilización, obviamente sin verse nunca a sí mismo en el espejo.

Frente a la retórica supremacista blanca las palabras de Malcolm X: "Lo equivocado es equivocado independientemente de quien lo diga".

"Trump pudo ver el eclipse sin lentes porque está ciego". Yo