Planes parciales.
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El llamado Parlamento de Colonias de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), según dice en su página de Facebook, es una asociación civil de representación y asesoría ciudadana para la mejora y defensa de nuestros derechos humanos, calidad de vida y medio ambiente. Esta organización es la que una y otra vez  ha impugnado la actualización de los Planes Parciales de la ZMG, que datan desde 2003.

Para quienes no lo sepan, los Planes Parciales son el documento legal de los Municipios para guiar el desarrollo ordenado y equilibrado de las ciudades. En ellos se establece qué podemos construir en un predio, y qué actividades (usos del suelo) se pueden realizar en ellos.

El problema surge cuando el crecimiento y desarrollo de la ciudad exige cambios a dichos planes, debido a que zonas otrora rurales con usos de suelo agrícolas o forestales se incorporan a  la mancha urbana; a que algunas zonas residenciales poco a poco se han ido transformado en zonas comerciales y a incrementos exponenciales en el valor de la tierra que hacen financieramente inviable construir viviendas en lotes unifamiliares.

Otros factores que obligan a la densificación y verticalización de una gran ciudad son: el crecimiento natural de la población que en modelos de desarrollo horizontal aumentan considerablemente el tamaño de la mancha urbana, complicando el llevar servicios municipales y transporte público a kilómetros de distancia, convirtiendo las colonias residenciales periféricas en colonias "dormitorio" y afectando seriamente la calidad de vida de las nuevas generaciones que al no tener la economía suficiente para adquirir una casa unifamiliar en una zona residencial céntrica, no tienen más opción que vivir en zonas alejadas de sus centros de trabajo, de escuelas y demás servicios que la vida cotidiana requiere.

En una ciudad con más de seis millones de habitantes, tener un jardín propio en una zona céntrica es un lujo insostenible.

Debido a que los planes parciales vigentes datan desde el año 2003, y a que el Parlamento de Colonias ha impugnado su actualización, el desarrollo y la inversión inmobiliaria en la ZMG se lleva a cabo en medio de incertidumbres jurídicas que propician la extorsión y la corrupción.

A la pregunta ¿qué busca el Parlamento de Colonias cada vez que impugna los nuevos planes parciales que permitirían la densificación de la ciudad en ciertas zonas y ejes viales?, la respuesta ha sido: "que se cuide el medio ambiente y la calidad de vida".

Esa respuesta es tan vaga y relativa como pedir un plan parcial en el que todos podamos ser felices.

Si como dicen, lo que quieren es cuidar la calidad de vida de los tapatíos, yo les pregunto si acaso ¿es calidad de vida el que una persona tenga que invertir 3 a 4 horas al día para transportarse a su trabajo, a las escuelas, centros comerciales y lugares de entretenimiento, porque algunas personas se oponen por dogma a los edificios?

La calidad de vida en una metrópoli con más de 6 millones de habitantes ya no es vivir en una casita unifamiliar con un minijardín seco. La calidad de vida en una gran ciudad tiene que ver con las distancias que hay que recorrer para llegar al trabajo, con la calidad del transporte público y la proximidad a parques, zonas de comercio y entretenimiento. (El jardín que todos disfrutan en una ciudad como Nueva York, se llama Central Park).

Cabe mencionar que al presidente del Parlamento de Colonias se le ha acusado de extorsión y fraude procesal. Según la información publicada al respecto, su modus operandi es obtener Amparos a los Planes Parciales, para después ir a extorsionar a desarrolladores inmobiliarios, a propietarios de casas habitación y a los propios Municipios, a cambio de dádivas para ir quitando parcialmente sus "Amparos".

Si el Parlamento de Colonias realmente quisiera que se ordenara el desarrollo inmobiliario de la ciudad, estaría pugnando por la aprobación de los nuevos Planes Parciales, que aunque siempre serán imperfectos, el tenerlos actualizados acercaría a las nuevas generaciones al corazón de la Ciudad y eliminaría la incertidumbre jurídica y los incentivos para la extorsión y la corrupción.

"La corrupción es una bacteria que vive en la obscuridad y muere en la luz". Yo