¿Políticos racionalistas?

¿Políticos racionalistas?
pexels-photo-29642.jpg

"No soy un diplomático, vengo a aprender" fue la desafortunada frase que el nuevo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, dijo al asumir su nuevo cargo, reconociendo que no conoce el trabajo diplomático, y que ante un ambiente difícil en el contexto internacional se apoyará en el cuerpo técnico que labora en la dependencia. Inmediatamente después de haber admitido su inexperiencia en el campo de las relaciones internacionales, comenzaron a circular en las redes sociales innumerables "memes" al respecto.

Uno de ellos, y que fue el que me motivó a escribir este artículo, mostraba a Videgaray ataviado como médico cirujano, y con tapabocas y bisturí en la mano le decía al paciente: vengo a aprender.

Las burlas y críticas a esta designación son fundadas. Nadie que ocupe un puesto relevante puede decir que no sabe nada del trabajo que deberá desempeñar, y menos en momentos cuando lo que el país necesita son personas que sepan perfectamente lo que hay que hacer.

Si cualquiera de nosotros busca una persona para dirigir lo que sea, entre los requisitos mínimos para ocupar el cargo invariablemente se exige un mínimo de experiencia, es decir los conocimientos o habilidades obtenidas luego de haber realizado, vivido, sentido o sufrido algo una o más veces.

¿Cuándo han visto alguna oferta de empleo que diga: se solicita director para empresa transnacional. Requisito único: tener ganas de aprender?

Y si los sueldos y prestaciones se definen "según aptitudes", en el caso de una persona que viene a aprender sus remuneraciones debieran ser similares a las de un pasante al que se le da la oportunidad de practicar, confrontar y consolidar los conocimientos adquiridos durante la formación académica, y facilitar así una aproximación al desempeño profesional.

La verdad es que Videgaray, más que Secretario de Relaciones Exteriores, será un Secretario de Relaciones Económicas (con Estados Unidos). Si lo que el Presidente Peña Nieto quería es tener a alguien de su confianza y experimentado en materia económica para atender todo lo que se avizora con el nuevo gobierno de Trump, hubiera sido mejor para él, y para la opinión pública, haber creado una "Comisión Económica Internacional", o cualquier otra figura especial que nos hiciera sentir a los mexicanos que tenemos conocedores de alto nivel defendiendo los intereses de México, en lugar de poner al frente de una Secretaría especializada en asuntos diplomáticos y consulares, a un inexperto.

Habría una manera de explicar o justificar la designación de una persona con el perfil de Videgaray al frente de la SRE, y es entrando a la discusión filosófica que desde tiempos lejanos debate si el verdadero conocimiento es el que proviene de la razón o de la experiencia (racionalismo vs. empirismo).

Los filósofos del empirismo (conocimiento que se origina desde la experiencia) afirman que el verdadero conocimiento proviene de lo observable por los sentidos, y sus métodos se basan en la experiencia obtenida por la observación de hechos.

El racionalismo, en cambio, sostiene que la fuente de conocimiento es la razón y rechaza la idea de que la información procede de los sentidos, ya que éstos nos pueden engañar; usa el método deductivo como principal herramienta para llegar al verdadero conocimiento; defiende las ciencias exactas, en concreto las matemáticas, y dice que poseemos contenidos innatos, es decir, que nacemos con conocimientos y sólo tenemos que "acordarnos" de ellos.

Peña Nieto, Videgaray, y todos los políticos que pasan como si nada de un puesto a otro, de una Secretaría a otra, tienen más posibilidades de defender sus sorprendentes conocimientos y habilidades multidisciplinarias si se definen como racionalistas, seguidores de Platón, Descartes o Spinoza, argumentando que si bien no tienen experiencia empírica, poseen conocimientos innatos, que lo saben todo y sólo tienen que "acordarse".

Sólo espero que cada vez que Videgaray esté sentado en la mesa de negociaciones, "se acuerde" que trabaja para todos los mexicanos.

"Lo sé todo; simplemente me acuerdo de muy poco" Yo