Publicidad bicicletera
La contaminación visual debida a la cantidad de anuncios que a diario vemos en las calles parece no tener límites, y ahora cualquier barda, vehículo u objeto de alta visibilidad se utiliza para todo tipo de publicidad.
El colmo y abuso de esto lo vi hace unos días mientras circulaba en mi auto por una de las principales avenidas de Guadalajara, cuando me pasaron rozando dos bicicletas con unos armatrostes de forma circular montados sobre ellas. Se trataba de un anuncio móvil de Telcel, montado sobre bicicletas adaptadas para ello.
Ridículos se veían los tipos pedaleando entre los autos con el bromoso anuncio sobre sus cabezas, y debido a la cantidad de autos que en ese momento había, prefirieron subirse a la banqueta y circular por ella con todo y su aparatoso anuncio. Supongo que lo hicieron porque los peatones somos menos peligrosos que los camiones y los reglamentos para este tipo de anuncios, y para las motos y bicicletas adaptadas para otros fines, incluyendo los carritos de jícamas hechizos que circulan por las calles, no existen o no importan.
Todos sin duda hemos visto camiones tapizados por completo con publicidad, anuncios colgados en puentes peatonales, armaduras gigantescas arriba de casitas sosteniendo anuncios de todo tipo, y la reciente proliferación de anuncios sobre bardas y rejas convirtiendo cuadras enteras en una galería de anuncios espectaculares.
Pero de todos los tipos de anuncios y de todas las formas de contaminación visual urbana que hay, estos armatrostes de “publicidad bicicletera” me parecen lo peor de todo.
Son una versión tercermundista de los ya de por sí horrorosos e invasivos anuncios espectaculares móviles que circulan por las calles, lo mas grotesco y de mal gusto que he visto en materia de publicidad exterior, que raya en lo absurdo y denigra a la ciudad.
No todo puede o debe ser utilizado para colocar anuncios.
Hace ya 12 años, escribí en este mismo espacio un artículo al respecto y que titulé "Alberta Samsung" en alusión a las distintas marcas de empresas que se pusieron en las placas con la nomenclatura de las calles de algunas colonias de la ciudad. Decía que gracias a ello las calles de Guadalajara ahora no solo tienen nombre (como el de la Callle Alberta) sino también apellido (como el de la marca Samsung).
Entiendo y acepto que pueda y deba haber anuncios o pantallas espectaculares en las grandes avenidas, o en fachadas laterales ciegas de edificios de alta visibilidad como los hay en muchas de las grandes ciudades del mundo, y que cuando están bien diseñados, pueden convertirse inclusive en una especie "arte urbano" y parte del carácter de una ciudad moderna y cosmopolita, (como podrian ser las pantallas gigantes de Times Square en Nueva York, o tantas fachadas laterales de edificios con enormes fotos artísticas patrocinadas por alguna marca (como podría ser la de un atleta en movimiento con un pequeño logo de Nike abajo, o un torso de 20 pisos de altura mostrando unos calzones de Calvin Klein).
Pero todo tiene un límite, y esta nueva forma de publicidad bicicletera lo rebasa y muestra a una Guadalajara anárquica, improvisada y hechiza que dista mucho de la "Ciudad Creativa y Digital" que pretendemos ser.
No quiero darles ideas a los publicistas y munícipes, pero de seguir en el camino de permitir anuncios de cualquier forma, en cualquier cantidad y en cualquier lugar, comenzarán a proliferar infinidad "negocitos" de publicidad urbana en perjuicio de la imagen de la ciudad y de la salud mental de sus habitantes.
¿Si ya antes permitieron anuncios en la nomenclatura de las calles, porque no permitir anuncios por ejemplo, en los machuelos de las banquetas?
Habría miles de kilómetros disponibles para anunciar miles de marcas, y las agencias de publicidad podrían encargarse de tener todos los machuelos de la ciudad bien pintaditos; y lo mismo con los semáforos, postes y todos los señalamientos de tránsito. Si ya tenemos calles llamadas Alberta-Samsung, nada pasa si tenemos ahora letreros de Alto-Coca Cola, Vuelta-Movistar, o Salida a Nogales-Telcel, al cabo que como dice el slogan de esta empresa, "todo México es territorio Telcel".
"Se anuncia que no hay anuncio"