¿Sirvientas?
Me niego a llamarle a una persona sirvienta. Entiendo claro, que el vocablo se refiere a una mujer dedicada al servicio doméstico, pero el término ha adquirido una connotación despectiva, denigrante y discriminatoria. Tan es así que decir que alguien trata a una persona como sirvienta significa que se le da el peor trato posible.
El simple hecho de que alguien diga que “las trata bien” es la mejor prueba de que por lo general se les trata mal.
El trato diferenciado que reciben está arraigado en la cultura de muchas familias “acomodadas”, al grado de tener comida diferente y de peor calidad para ellas. Vaya, hasta los carniceros a la hora que la señora de la casa (o el chofer) compra filete para la familia, preguntan: ?le muelo el cordón para las muchachas?
Los días de descanso del personal de servicio parecieran como una concesión graciosa de los patrones que las “dejan salir" un día y a veces una tarde a la semana.
No hay tal cosa como "dejar salir a alguien". Solo se deja salir a
quien esta encerrado contra su voluntad, a un preso o a un perro.
El día de descanso no es un favor, es un derecho del trabajador y una obligación del patrón. La abolición de la esclavitud se firmó hace mucho tiempo, y por mas necesitada de trabajo, casa y comida que esté una persona, eso no las convierte en esclavas de nadie, ni le da derecho a los patrones a tratarlas como tales.
Contratar una empleada de servicio para el hogar, es lo mismo que contratar un empleado en una empresa, y si el trabajo es de horario corrido, e implica quedarse a dormir para hacer las veces de velador, de guardián, de nana o de enfermera, el proporcionar comida y un lugar digno para el descanso y aseo personal, es parte de los acuerdos económicos y de prestaciones laborales contenidas en el contrato verbal celebrado a la hora de su contratación.
Lo menciono porque muchas personas pagan a sus empleadas domésticas muy poco en efectivo, porque consideran que el hospedaje, los alimentos y ropa que les "regalan" son parte del sueldo pagado en “especie”.
No. El cuarto para dormir, la comida y la ropa, equivalen a la oficina,
uniformes y comedores de empleados que muchas empresas
proporcionan a sus trabajadores para su mejor desempeño.
Además, el horario y funciones de las empleadas del servicio doméstico son las que el señor o la señora dispongan a la hora que sea.
Igual les encargan lavar, planchar, limpiar y “recoger” la casa, que comprar comida, pasear al perro, servir la mesa, hacer mandados, contestar el teléfono, cuidar niños, darles de comer, bañarlos, etc. Y todo deben hacerlo sin chistar, que “para eso están”.
¡Fulanita, un café!, !Fulana, el niño esta
llorando! ¡Recoge eso!, !Que pasó con el café! y las mas de las veces ni siquiera por favor.
Muchos patrones que se sienten de “alcurnia” les reclaman no saber servir ni conocer reglas de “etiqueta”. Quieren y les exigen el servicio de un “maitre d´hotel” de lujo, pero con la paga de un esclavo y sin haberlas capacitado para ello.
Como dudo mucho que este artículo llegue a ser leído por el personal
de servicio y tal vez mas de algún patrón(a) abusivo(a) lo tirará a la basura para que no caiga en sus manos y luego se le alebresten, titularé este artículo “¿Sirvientas?”, de manera que si alguna empleada doméstica a la hora de recoger el periódico de la mesa, por casualidad se le abre en la página de opinión, el título le llame la atención y efectivamente se alebreste y reclame cualquier mal trato, bajo sueldo o discriminación de que fuera objeto.
Que sepan que su trabajo es tan digno como cualquier otro. Que servir la mesa, cocinar, cuidar y educar niños, ordenar o limpiar la casa no es el trabajo de una "sirvienta", es la profesión y funciones de una mesera, de una cocinera, de una institutriz, de una ama de llaves o de un intendente de mantenimiento.
Contar con ayuda en las labores del hogar sin duda es cómodo y en muchos casos hasta necesario, pero una cosa es contratar empleados para ello, y otra muy diferente tener esclavos o contratar padres o madres sustitutas.
“ Los ricos tienen dietas, los pobres hambre… y al final la mierda huele igual, sea de príncipe o sirvienta” Ricardo Arjona.