Vivir con menos
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Tuve la oportunidad hace unos días, de visitar en compañía de unos amigos, la bellísima ciudad de París.En lugar de hospedarnos en un hotel como lo haría cualquier turista, decidimos rentar entre todos un pequeño departamento, transportarnos en metro, caminar y vivir esa ciudad de otra manera. Como locales, dirían algunos.

Esta experiencia me hizo pensar en muchos de los absurdos y falsas necesidades que nos hemos inventado en México, derivadas de un consumismo inútil que desvía buena parte de nuestros ingresos a la adquisición de todo tipo de banalidades, y que agrega a nuestras vidas, innecesarias y permanentes presiones económicas, en aras de una estúpida e inganable competencia social.

Estas son algunas de mis observaciones.

En México criticamos por ejemplo, la superficie de las llamadas casas de interés social (de 50 a 80 m2 aproximadamente) argumentando que en esas dimensiones es imposible vivir dignamente.

En países como Francia, Inglaterra, Alemania, etc. cuyas economías, niveles culturales y educativos son superiores a los nuestros, las viviendas son de tamaños similares, y funcionan porque además de haber hecho mucho mas eficientes y multi-funcionales los espacios, han aprendido a vivir con menos (menos cosas, menos ropa, menos autos, y por supuesto menos hijos).

La superficie de lujosos y céntricos departamentos oscilan entre 100 y 150 m2, y valen millones de Euros, debido a que se le da mas valor a la ubicación que a la dimensión.

Y de cajones de estacionamiento ni hablemos. Buena parte de las viviendas europeas, simplemente no tienen. La mayoría de kas personas de todos los niveles socioeconómicos utiliza algún tipo de transporte público, el cual es abundante y eficiente, -clave fundamental para el funcionamiento de la vida cotidiana- y quien acaso tiene un auto lo estaciona en algun estacionamiento público cercano.

En México los automóviles propios dejaron de ser un simple medio de transporte, y pasaron a convirtirse en una especie de culto, al grado de que el poder económico y el estatus social de un mexicano se mide con la cantidad y marcas de los autos que posee.(Y para ejemplo tenemos a #lordrollsroyce).

Cambiar este modelo de vida occidental, que le da mas valor a las cosas que a las personas, es una necesidad imperiosa, que implica por un lado, reducir la dependencia actual de los automoviles propios, lo cual solo sera posible construyendo mas y mejores sistemas y alternativas de transporte público (Ubers y similares incluidos) y por otro eliminar de la lista de aspiraciones de vida, tonterías como la de poseer un auto lujoso o un "walk in closet" lleno de ropa que ni siquiera usamos.

Si hacemos esto, no nos debe asustar que los edificios sean altos y las viviendas pequeñas con o sin cajones de estacionamiento; que los autos ya no pasen directamente enfrente de las tiendas y los clientes lleguemos a pie no significa la ruina de los comerciantes.

Tampoco nos debe asustar que las redes de transporte público pasen por arriba o por abajo de las calles, o que nuevas modalidades de transporte proliferen, que al final, lo único que todo esto provocaría es que haya menos autos y que la nuevas viviendas sean mas céntricas y cuesten menos; que compremos menos y tengamos menos cosas por la simple razón de que no caben; que nos acostumbremos a caminar mas y manejar menos para llegar a donde queremos; y que en lugar de tener un paisaje urbano altamente contaminado, tengamos uno en el que abunden los árboles, las plazas y las zonas peatonales, como todas esas que disfrutamos en las ciudades que visitamos y admiramos.

Lo que sí nos debe asustar es continuar viviendo como hasta ahora, en una sociedad que sobrevalora los bienes materiales y que coloca a quienes utilizan transporte público en una categoría social inferior; que no entiende que el bien común también es suyo, y que el verdadero fracaso y la verdadera pobreza no es de orden material, sino intelectual.

Podemos vivir con mucho menos cosas de las que la sociedad actual incluye en el concepto de "éxito".

"Mejor que tener auto propio es tener opinión propia". Yo.