Diputados civiles protegidos

Diputados civiles protegidos

 

La futura Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, dio a conocer que el nuevo gobierno planea una ley de protección y estímulos para informantes que reporten y delaten corrupción en instituciones públicas y privadas.

Dijo, y con razón, que para acabar con la impunidad los principales aliados deben ser los ciudadanos.

Pero la corrupción e impunidad tienen unos efectos colaterales en la vida cotidiana que imposibilitan la convivencia armónica y la marcha ordenada de la sociedad, me refiero a la prepotencia y el desdén a las leyes y a los comportamientos ético-cívicos.
Los prepotentes que se burlan de la ley y de la gente saben que si acaso se descubren sus fechorías o alguien se atreve a denunciarlas, al final la corrupción y el tráfico de influencias los dejarán impunes.

En una sociedad como la nuestra, con poca o nula cultura cívica, en la que las influencias y el dinero están por encima de la ley, nadie respeta nada y todo mundo se siente superior al otro. Todos creen tener una influencia y capacidad corruptora superior que presumen como los niños que se ufanan diciendo: "mi papá tiene una pistola más grande".

Si la prepotencia y la irresponsabilidad tuvieran consecuencias serias, el comportamiento de los mexicanos en México sería otro. Y digo en México porque cuando estamos fuera somos -por lo general- ejemplo de responsabilidad y civismo (salvo algunos trasnochados que les da por mancillar monumentos patrios apagando llamas eternas con orines).

En otros países estamos atentos al cumplimiento cabal de leyes y reglamentos porque sabemos que las consecuencias a cualquier falta pueden ser graves y costosas, y porque nos sentimos vigilados, no sólo por la policía sino por la misma sociedad.

Si alguien se mete adelante de una fila, tira basura en la calle o se estaciona en un lugar prohibido los ciudadanos lo denunciarán, la policía hará su trabajo y ninguna influencia o dinero servirá para salir impunes. Al contrario, cualquier insinuación corrupta agrava considerablemente la situación.

¿Como transformar las incívicas actitudes prepotentes y el desdén a las leyes que caracterizan a los mexicanos en México?

Pongo "sobre la mesa" dos ideas que con la debida asesoría legal se podrían convertir en propuestas.

La primera es la de diputar ciudadanos.

Explico el concepto con una escena típica de las películas americanas del Viejo Oeste, en la que el sheriff del condado, al requerir apoyo para atrapar bandidos que sobrepasan su capacidad de acción, nombra como ayudantes a ciudadanos honestos y valientes que aceptan colaborar con él, colocándoles una estrella metálica en el pecho. Esta acción se llama en inglés "deputize" (diputar), lo que significa darle a un civil la autoridad para arrestar a alguien.

En español diputar significa "destinar, señalar o elegir a alguien para algún ministerio, o para representar en algún acto o solicitud".

Los legisladores sabrán mejor cómo hacerlo, pero lo que conceptualmente propongo es establecer la figura de "diputados civiles protegidos" (por la Ley de Protección y Estímulos que el nuevo gobierno planea).

Su función central sería observar el comportamiento cívico de la sociedad y denunciar a las personas que violen leyes y reglamentos que tengan que ver principalmente con el orden y la civilidad. Sus testimonios tendrían validez oficial, como si fuesen una especie de notarios públicos civiles que dan fe de hechos que alteran el orden, y obliguen a la autoridad a actuar en consecuencia.

Esto sería algo similar, pero en materia de civismo y ética, a la campaña que se inició hace algunos años en la ciudad de Nueva York a raíz de los ataques terroristas perpetrados en esa ciudad y cuyo eslogan era: "If you see something, say something" (si ves algo, di algo).

Todo comienza con una idea. Y como no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo, creo que ya llegó el tiempo de que los mexicanos nos civilicemos y aceptemos que la ley está por encima de nuestras pistolas.

La segunda idea la expondré la próxima semana, en este mismo canal y a la misma hora.

"México es una película en la que al final siempre ganan los malos".

Yo