Agnotología



Si alguien quiere conocer o descifrar la retórica y artimañas políticas de AMLO debe saber que existen procedimientos perfectamente definidos para manejar la desinformación y la ignorancia, y que son materia de estudio de la agnotología. Explico.

La agnotología (del griego agnosis = desconocer) es el estudio de la ignorancia o duda culturalmente inducida, especialmente por la publicación de datos erróneos o tendenciosos.

Ignorar la importancia de la ignorancia y la desinformación y su utilidad como arma política nos hace vulnerables a la demagogia.

El profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad de Stanford Robert Proctor investigó cómo la ignorancia se genera activamente en la sociedad por medio de políticas deliberadas.

La manufactura de la ignorancia es muy común, como en el caso del calentamiento global o la teoría de la evolución, que siguen poniéndose en duda en algunos colectivos, como si no se tratara de verdades científicas.

Los políticos son, en mi opinión, los principales responsables de la producción de ignorancia y la degradación del lenguaje y el conocimiento, y lo hacen deliberadamente logrando que el debate público gire no en torno a verdades y datos ciertos, sino en torno a promesas para cambiar esos datos y la realidad. El profesor Proctor llama a esto "armas de distracción masiva", las cuales persiguen dos cosas: negar la credibilidad de las fuentes por muy solventes que sean, y negar los propios hechos.

No hay mejor muestra de ello que la desinformación intencional y distractores de las mañaneras de AMLO, o las refutaciones de Trump en la reciente "debacle", que no debate, de argumentos con Biden.

Para Proctor, la combinación de estas dos estrategias (descalificar fuentes y negar hechos) tiene un efecto brutal: "La producción intencionada de ignorancia", y que a su vez produce la llamada posverdad, es decir, la distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos objetivos son ignorados y por lo tanto tienen menos influencia que las emociones y las creencias personales.

Esto es exactamente lo que los políticos populistas hacen todos los días con su retórica: apelar a la emoción y a los instintos más bajos para lograr votos, sin importar el daño social, la división, el rencor y encono que causan.

La producción deliberada de ignorancia es un sistema con procedimientos que todas las dictaduras, tiranías, autocracias y sectas religiosas siguen al pie de la letra, y la 4T, en mi opinión, cae en más de alguna de estas categorías.

Comienzan por evitar la divulgación del conocimiento, datos, argumentos, y de cualquier opinión, noticia o información desfavorable, atacando a los medios de comunicación que los publican, de la misma manera que iglesias y líderes religiosos prohíben la lectura de ciertos libros y textos considerados "perniciosos".

Mediante el uso y abuso de la retórica, entendida ésta como discursos vacíos, faltos de contenido o llenos de sofismas, logran la manipulación y desinformación deliberada. Si analizamos cada controversia de la sociedad con la 4T y las respuestas que se dan a los argumentos y datos presentados, veremos que todas sin excepción se traducen en andanadas de burlas o descalificaciones; incluyen falacias, presuposiciones, descontextualizaciones, metáforas, generalizaciones y hasta esoterismos que además de evadir por completo la realidad son un insulto a la inteligencia de los interlocutores (¿recuerdan la estampita-amuleto del ¡detente enemigo!?).

Pero el método más efectivo para desinformar, lograr y mantener adeptos es la demonización o satanización de personas, instituciones y organizaciones críticas u opositoras, y consiste en asociar la opinión contraria y los datos adversos con el mal, de forma que la propia opinión quede ennoblecida o glorificada.

De esta manera el dueño del micrófono, a pesar de que no haga ni resuelva nada, no "ate ni desate", como coloquialmente se dice, resultará frente a los ignorantes y creyentes como el mesías que vino a instalar en nuestra tierra un régimen de bondad y felicidad para todos, y los infieles opositores seremos el obstáculo, la fuente de todo mal, el demonio a vencer.

"Cuando la retórica se une
a la ignorancia, nace una creencia".

Yo