Pastafaris



Respetuosa advertencia: este artículo es solo para personas libres de dogmas y creencias religiosas. Clasificación: "MA" (mente abierta).

Hay una nueva religión llamada religión del Flying Spaghetti Monster (Monstruo de Espagueti Volador) cuyos seguidores se conocen como pastafaris (neologismo de la palabra pasta y el movimiento espiritual jamaicano rastafari).

El pastafarismo es hoy un movimiento social reconocido como religión oficial en algunos países y rechazado como tal en otros, quienes lo consideran una parodia religiosa.

Los principios del pastafarismo fueron redactados por Bobby Henderson, licenciado en Física de la Universidad de Oregon, para protestar por una decisión del Consejo de Educación del estado de Kansas, que obligaba a impartir en clase la teoría del diseño inteligente y la teoría de la evolución en igualdad de condiciones, considerando que el primero era una manera encubierta de enseñar el creacionismo en la clase de biología sin mencionar de manera explícita la palabra Dios, con lo cual se burlaba el espíritu de la ley que prohíbe la enseñanza de cualquier religión en los colegios públicos.

Henderson pidió formalmente que su sarcástica reducción al absurdo de una teoría denominada pastafarismo recibiera el mismo trato, y que se enseñara también como alternativa a la teoría de la evolución.

Así expuso su teoría de que el universo fue creado por una especie de bola gigante voladora de espagueti con albóndigas, a la que llamó Monstruo de Espagueti Volador (Flying Spaghetti Monster), exigiendo que se le dedicara el mismo tiempo lectivo a la enseñanza de las tres teorías: un tercio del tiempo para el diseño inteligente, un tercio para la teoría de la evolución y un tercio para el Monstruo de Espagueti Volador.

Este debate creacionismo-evolución inicia en el siglo XIX con la teoría de Charles Darwin -El origen de las especies, mediante la selección natural- la cual dejó en una posición difícil la literalidad de las narraciones bíblicas acerca de la creación del mundo. Ejemplo de esto son los cálculos y regresiones realizadas sobre las edades de los personajes bíblicos mencionados en el Génesis y otras partes de la Biblia que concluyen que la Tierra es joven y no tiene más de 6 mil años de antigüedad, frente a la abrumadora cantidad de pruebas y datos científicos que demuestran que la edad de la Tierra es de unos 4 mil 500 millones de años.

Para salvar la autoridad bíblica, los defensores del creacionismo y el llamado diseño inteligente se han visto obligados a plantear argumentos o explicaciones a la incompatibilidad de los "datos" de la fe con los datos de la ciencia.

Unos dicen, por ejemplo, que cada uno de los seis días en que según el Génesis fue creada la Tierra, eran "días cósmicos" con duración de millones de años cada uno; otros afirman que la vida fue creada en una tierra "preexistente"; otros aceptan en una Tierra joven la evolución de todos los seres vivientes, excepto la evolución de los seres humanos; etcétera.

Quienes quieran entender mejor la religión, protesta o parodia (como la quieran ver) del pastafarismo, les recomiendo ver el documental I, Pastafari: A Flying Spaghetti Monster Story (Apple TV), en el que podrán ver los argumentos que llevan a preguntarse seriamente: ¿cuál es la diferencia entre la locura de creer en la existencia de un monstruo de espagueti volador, o creer en serpientes que hablan, en apariciones, en personas que caminan sobre agua, resucitan o parten el océano en dos?

Como parte de su manifestación pública, los pastafaris llevan sobre su cabeza un colador de espagueti, con lo cual plantean que tampoco hay diferencia entre este ridículo y el que significa en otras religiones el uso de gorros puntiagudos, sombreros alados, túnicas, velos, penachos, burkas, bucles en las sienes, etcétera.

Los pastafaris reclaman con razón que sus creencias y parafernalia son igual de irracionales y absurdas que las de los demás y por lo tanto merecen los mismos derechos y el mismo respeto.

La verdad es que es imposible distinguir una "verdadera" religión de una falsa cuando todas sin excepción, incluyendo la del Monstruo de Espagueti Volador, tienen en sus fundamentos elementos fantásticos e irracionales, y todas piden a sus fieles creer en ellos.

Mi opinión es que cada quien puede decidir en qué locura quiere creer.

Termino como los rituales pastafaris, que en lugar de decir Amén dicen: R'amen.

"Los datos se esfuman
cuando la fe aparece".

Yo