Candidatos ineptos


Los requisitos para acceder a un puesto de elección popular son únicamente dos: ser mexicano en ejercicio de sus derechos y tener cierta edad mínima, el resto, más que requisitos son impedimentos, como: ser ministro de culto, funcionario público, militar en activo, etcétera.

Debido a que estas condiciones no garantizan que los aspirantes tengan los conocimientos, experiencia y virtudes que necesitamos, recae en los partidos políticos la responsabilidad de seleccionar candidatos calificados para desempeñar los cargos buscados.

Salvo honrosas excepciones y algunas incipientes candidaturas independientes, al final los ciudadanos no votamos por los mejores, sino por los que los partidos políticos eligen con base en sus propios intereses.

En otras palabras, los ciudadanos elegimos entre los ya elegidos. Por eso estamos como estamos, votando casi siempre por el mal menor entre ineptos, bandidos o compadres.

La razón de ser de los partidos se ha distorsionado. Ya no es representar ciudadanos para que sus intereses sean tomados en cuenta en las decisiones gubernamentales. Ahora son simplemente la vía para acceder al poder y "hacer de las suyas" con dinero ajeno, lo cual logran designando como candidatos a dos tipos de personas: 1. Cómplices con los que tienen acuerdos inconfesables que los obligan a designarlos como candidatos a determinados puestos y puedan hacer negocios al amparo del poder, y

2. Personas famosas, a las que sin tener ningún tipo de conocimientos o experiencia en asuntos legislativos o de administración pública, les proponen candidaturas solo por las posibilidades que tienen para atraer votos, y que luego funcionan como títeres manipulados por los rufianes que los postularon.

En ambos casos, los ciudadanos no importamos y todas las promesas que los candidatos nos hacen son huecas.

Lo digo con todo respeto y sin menospreciar posibles buenas intenciones, pero ¿qué puede hacer en el Poder Legislativo una persona como "Paquita la del Barrio", quien pretende ser diputada en Veracruz; o el comediante "Kiko" que busca gobernar Querétaro? ¿Qué van a hacer luchadores enmascarados, boxeadores, futbolistas, ciclistas, atletas, artistas, cantantes y hasta "youtubers" a la hora de opinar y votar a favor o en contra de leyes de las que depende el futuro de millones de personas?

Hay un cuestionamiento muy simple que debemos hacernos a la hora de ir a votar, y que los partidos políticos, si fueran honestos, debieran hacerse a la hora de designar candidatos: si estuviéramos en un barco a la deriva en medio del océano, ¿qué haríamos: A. Convocaríamos una elección para ver cómo pilotear el barco, o B. Trataríamos de averiguar si hay alguien a bordo experto en hacerlo?

Si escogemos la opción B, es porque pensamos que los conocimientos especializados son útiles en este tipo de situaciones, y no queremos que improvisados estén adivinando qué hacer en una emergencia o cuando se trata de asuntos de vida o muerte. Y en muchos casos de las decisiones que se toman en el gobierno dependen la vida, la salud y la economía de todos.

Creo que todos los partidos políticos merecen un fuerte reclamo de parte de los ciudadanos por designar candidatos a puestos de elección popular con base en complicidades o popularidad convenenciera, y no con base en capacidades, honestidad y experiencia.

Ahora que de nueva cuenta nos enfrentaremos al desgastante y frustrante proceso electoral, espero votemos de manera útil y razonada, no con el estómago, no con prejuicios, y al menos en estas importantes elecciones del 2021, en las que se juega, además de alcaldías y gubernaturas, el control del Poder Legislativo, hagamos conciencia de que lo que más nos conviene a todos es que el Presidente en turno, sea del partido que sea, tenga siempre como contrapeso al Poder Legislativo, de manera que no pueda modificar la Constitución a su antojo, como el Presidente actual ya lo ha sugerido, y podamos llamarlo a cuentas cuando sea necesario.

Esto solo se logrará votando útilmente, por candidatos o partidos que no sean afines, ni estén aliados al Presidente. En este 2021, votar por legisladores de oposición, aunque no nos gusten, será elegir el mal menor.

"Lo bueno de la democracia es que
cualquiera puede ser Presidente, lo malo
es que cualquiera puede ser Presidente".

Anónimo