La Palabra del Sexenio
Cada año, la institución que publica el famoso Oxford English Dictionary (OED) elige La Palabra del Año, investigando múltiples palabras y expresiones, y debatiendo para elegir la que consideran que refleja mejor el ánimo, las preocupaciones, el "ethos" de ese año en particular (el espíritu de la época), y que tiene potencial para convertirse en un término con significado cultural duradero.
La Palabra del Año 2022, y que por primera vez fue elegida por votación del público general, fue la expresión "goblin mode", la cual se refiere al estado anímico post pandémico.
Este término -traducido al español como modo duende- hace referencia a un tipo de comportamiento perezoso, desaliñado o autoindulgente que sin disculpas rechaza las normas o expectativas sociales.
Es una especie de glorificación de la pereza y un comportamiento antisocial. Muchos jóvenes (y "jóvenas") pasan hoy buena parte de su vida en "modo duende", es decir, en un estado de flojera e irresponsabilidad (de hueva, pues).
Este "modo" incluye lo que algunos sociólogos llaman "comodidades de la depravación": pasar el día en la cama viendo televisión, hurgando redes sociales, comiendo chatarra y levantándose en pijama sólo para recoger el "delivery".
Según un autodenominado "duende de la vida real" (cuyo nombre no merece ser mencionado), el modo duende se puede activar o desactivar voluntariamente, y así cambiar de un estado de ánimo a otro.
Cada "Palabra del Año" elegida por el OED es profundamente significativa.
Por ejemplo, la palabra de 2021 fue "Vax", la cual se refiere, además de a las vacunas, al tipo de personas que somos: vacunadas (vaxxed), no vacunadas (unvaxxed) o antivacunas (anti-vax); la del 2018 fue "Tóxico", palabra usada más que por su significado literal (químicos nocivos, calidad del aire que respiramos, etcétera) por su significado metafórico, el cual tiene que ver con personas, relaciones sentimentales perjudiciales, o ambientes conflictivos.
Otras Palabras del Año han sido: "Selfie" (2013), "Vape" (2014), o la del 2017, "Youthquake" (terremoto joven), una frase que haciendo referencia a los cambios culturales, políticos o sociales surgidos de las acciones o influencia de los jóvenes, encierra la idea de esperanza.
Porque son muchos los que apoyan y defienden a políticos abierta, cínica y compulsivamente mentirosos, menciono especialmente La Palabra del Año 2016: "Posverdad", la cual se refiere a circunstancias en las que los datos objetivos tienen menos influencia en la formación de la opinión pública que las emociones y creencias personales.
Para mí, en nuestro momento y contexto, "posverdad", más que ser la Palabra del Año 2016, es La Palabra del Sexenio (2018-2024). Lo digo porque son las posverdades las que sostienen movimientos y liderazgos políticos irracionales como el de la 4T-AMLO, o el de MAGA-Trump en Estados Unidos. En ambos casos, millones de personas apoyan, opinan y deciden su vida personal (y con sus votos la vida colectiva) con base en emociones, prejuicios o mentiras comprobadas, negando la realidad y volviéndose ciegos ante los datos y sordos a las voces de la experiencia.
En la cultura política de la posverdad, la distinción entre cierto y falso, o entre íntegro y deshonesto, tiene un rol fundamental: mantener el poder con rumores, en muchos casos intencionales, con medias verdades y con crudas, flagrantes y cínicas mentiras.
Las posverdades obligaron a Facebook a decidir entre el daño que causan las mentiras y el valor de "la voz" del público. En ese caso ganó "la voz". Hoy en esa red social, si un político quiere mentir puede hacerlo.
Coincido en que "la voz" no debe callarse, pero lo que falta en ese ejercicio de libertad son mecanismos para que, a la postre, los mentirosos puedan ser juzgados y en su caso castigados por el daño (moral y/o económico) causado a los engañados y/o decepcionados.
La filósofa moral Sissela Bok dice al respecto: "Hay una diferencia notable entre las sociedades políticas que honran el principio de la veracidad, y las que no. Los grandes mentirosos de la política mienten porque gozan de la protección de la fuerza física y coercitiva del Estado. Sin embargo es un hecho que las sociedades que permiten a los políticos mentir, al final... colapsan".
"Hay que votar por el candidato que prometa menos, así la decepción será menor".
Will Durant
Yo