Libro 'Yo'
Yo también quiero.
Tengo una petición que hacerle al gobierno de la Ciudad de México, derivada de la presentación del libro "Feminismo silencioso", de la autoría de la "no Primera Dama" Beatriz Gutiérrez Müller que se llevó a cabo la semana pasada en una carpa instalada en el Zócalo y que, de no concedérseme, se convertiría entonces en reclamo. Explico.
La señora Gutiérrez Müller presentó su libro, según entendí, no como esposa del Presidente, sino en su calidad de mujer independiente, única e individual, pues como bien dice en una parte de su libro, "ninguna mujer es propiedad de su esposo (...) ni de ninguna entidad, gobierno, partido político (...), somos individuas", con lo cual estoy totalmente de acuerdo.
Pero sea una mujer-ciudadana independiente, sea una funcionaria pública o una "segunda dama" (porque la primera es la mía), en ningún caso debieron utilizarse recursos públicos para la presentación de un proyecto personal, como lo es el caso de este libro.
¿Qué autor independiente puede contar con el apoyo, facilidades y recursos del gobierno para instalar en el Zócalo de la Ciudad de México toldos, templetes, vallas de seguridad, sillas, equipos de sonido, personal de seguridad, etcétera, para la presentación de su obra?
Por lo anterior, la petición que hago es sencilla: Yo quiero lo mismo.
Quiero hacer una presentación en el Zócalo de la Ciudad de México del libro que estoy próximo a publicar y que se titulará "Yo" (como esta columna de opinión) con las mismas facilidades, gratuidades e instalaciones que la señora Gutiérrez Müller obtuvo para presentar su libro.
El de ella acerca del feminismo, de la condición de ser mujer bajo el escrutinio público; el mío, un libro de arte de gran formato (coffee table book) titulado "Yo", con una selección de 125 frases que he acuñado a lo largo de 25 años, en los más de mil 300 artículos de opinión que he escrito para este medio y que irán acompañadas de fotografías de arte conceptual alusivas a los temas que abordan.
Frases que han nacido de la observación y análisis de diversas conductas humanas, de principios morales, creencias religiosas, valores éticos y comportamientos políticos y sociales; puntos de vista que si bien en muchos casos encuentran coincidencia con la manera de pensar de quien los lee, en otros han sido fuente de conflictos, insultos, agresiones y hasta amenazas de lectores que no están de acuerdo con los puntos de vista expresados, o se sienten ofendidos por exhibir lo para mi inútil, equivocado o ridículo de ciertas políticas públicas, actitudes sociales y de tantas prácticas y costumbres banales, supersticiosas o estúpidas que sin pensar dirigen el quehacer humano, como la de haber creado la figura de Primera Dama, a la que Gutiérrez Müller acertadamente se opone.
Al respecto y coincidentemente en el año 2002 escribí en este mismo espacio un artículo titulado "Figuras decorativas" en el que decía Yo que "la forma de evitar que la mujer de un Presidente o la de cualquier prominente empresario se convierta en una inútil figura decorativa, no es involucrándose en las actividades o negocios del marido, sino realizando sus propias e independientes actividades, preferentemente en áreas que permitan una sana distancia con las ocupaciones de su pareja, lo cual además de que evita que la influencia o el poder de éste minimicen u opaquen sus propios logros, impide que sus éxitos se atribuyan a los recursos de su marido en lugar de a su capacidad personal".
Decía al inicio que si para la presentación de mi libro "Yo" no recibo las mismas facilidades y gratuidades que la señora Gutiérrez Müller recibió, mi petición se convertiría en reclamo. Y el reclamo es por los recursos públicos (materiales y humanos) utilizados para la presentación del libro de una ciudadana.
Repito, yo también quiero lo mismo, ni más ni menos. Quiero que me pongan en contacto con la persona del gobierno federal o de la Ciudad de México con la que sin ningún costo para mí, en el mismo lugar y con las mismas instalaciones y apoyos logísticos, pueda llevar a cabo la presentación de mi libro "Yo".
"O todos coludos o todos rabones", dice el dicho popular. "Para que los pobres sean primero, los políticos deben ser al último", digo Yo.