Controles remotos
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La cantidad de equipos electrónicos, plataformas para ver televisión por medio de Internet y los distintos sistemas para el control de sus interconexiones han hecho que los controles remotos que cada aparato trae, más los que supuestamente integran todos, sean verdaderamente complejos.A menos que los utilicemos frecuentemente, es imposible recordar las funciones de cada uno de las decenas de botones, flechitas, abreviaciones, símbolos y colorcitos que los controles remotos tienen, y además para que funcionen correctamente debemos seguir instrucciones precisas para oprimirlos en determinadas secuencias: 1. Para prender la televisión, usar el control gris y oprimir el botón on-off negro, porque el rojo prende o apaga el aparato de la TV por cable; 2. Tomar el control blanco y oprimir el botón CBL; 3. Para cambiar de canal, hacerlo con el control gris, porque si cambiamos al canal con el otro control, todo se desprograma; 4. Para ver Netflix, oprimir el botón "source" y del menú seleccionar la opción HDMI 2; 5. Para escuchar música, oprimir de nuevo el botón "source" y seleccionar la opción que dice Component...

Y yo pregunto: ¿y si quiero mandar todo al carajo qué botón aprieto?, porque en ocasiones aunque oprima el botón de off, la televisión sigue prendida. Decidí escribir de este tema porque se trata de un problema cotidiano que muchos de nosotros tenemos, y porque creo que el relato servirá de alguna manera para reírse en lugar de enojarse y así suavizar las frecuentes discusiones matrimoniales que los controles para configurar y utilizar aparatos electrónicos causan, pues mientras uno está inmerso en otras cosas, una y otra vez tenemos que responder a llamadas de auxilio conyugal que se verbalizan en frases como:  ¡Ayúdame con el control, no sé a qué le piqué!

Y nos piden ayuda no porque seamos expertos en sistemas, sino porque son pocas las personas que tienen la paciencia para investigar funciones, leer manuales y seguir instrucciones, o tienen el cuidado de no apretar botones sin saber para qué son. Y es que cuando se oprime el botón equivocado no siempre es fácil regresar a donde estábamos. Todos los controles tienen más de treinta botones, muchos de ellos multifuncionales, además de que se requieren lentes para leer en la cama y a media luz las pequeñas claves que cada uno de ellos tiene impresas como: List, Prev, cncl, dvr, watch, Listen, Guide, Back, Menu, Info, y otros que no dicen nada y simplemente son de distintos colores, además por supuesto de todas las flechitas y símbolos para operar en el mismo control distintos aparatos. Creo que es un reto pendiente para los genios diseñadores de sistemas electrónicos encontrar una manera para simplificar esto, y que sería más sencillo regresar a lo básico, es decir: si quiero escuchar música, que el control tenga un botón que diga música, y no uno que diga "source" y luego HDMI 1; si quiero ver televisión, hacerlo prendiendo la televisión y no una serie de aparatos conectados a la televisión. No sólo nos harán la vida más fácil a todos, sino contribuirán a la paz y tranquilidad del hogar y nos evitarán tener que llamarles a deshoras pidiendo ayuda para operar lo que nos vendieron. Además no entiendo, si la mayoría de los aparatos (salvo por las conexiones a la corriente eléctrica) supuestamente son inalámbricos, por qué es necesaria una maraña de cables detrás de ellos, lo cual se vuelve un problema a la hora de seguir las instrucciones de "reseteo", que casi siempre incluyen la recomendación de desconectarlos unos segundos de la corriente eléctrica, lo que implica mover aparatos y hasta muebles para acceder a los contactos en la pared, para luego hipnotizarnos durante varios minutos viendo una barrita que se recorre lentamente mostrando los porcentajes de avance de la configuración. El resumen es que para las personas técnicamente tarugas los controles inteligentes no funcionan, y en muchas ocasiones no nos queda más remedio que rendirnos frente a ellos y esperar a que alguien que sepa del tema reconfigure lo que desconfiguramos (nuevas palabras para viejas costumbres) por haber apretado botones distintos a los únicos tres que dominamos: el de on-off, el del volumen y el del cambio de canal. "A veces es inteligente vivir como tonto". Yo